En la tarde de ayer, unos pasajeros muy poco exigentes aplaudieron justo después de que el avión en el que viajaban se estrellase. Los hechos se produjeron en el vuelo 450 de Londres a Nueva York. Cuando faltaban apenas unos kilómetros para tomar tierra, debido al viento el avión comenzó a descender a gran velocidad y acabó chocando contra el mar. Los pasajeros, antes de morir, en lugar de quejarse, aplaudieron al piloto y le agradecieron el esfuerzo.
“¡Pilotar un avión es muy difícil y tú has tenido el valor de intentarlo!”, le animaba un pasajero con las dos piernas rotas situado en la cola del avión. “¡Ha sido muy emocionante y, aunque ha salido mal, la experiencia siempre quedará con nosotros!”, añadió entre las llamas una mujer con unas gravísimas heridas internas. “¡No hemos llegado a Nueva York, pero estamos mucho más cerca, bravo!”, agradeció un pasajero instantes antes de exhalar su último aliento.
Como el piloto estaba afectado debido al accidente, los pasajeros poco exigentes se esforzaron por animarle. “¡Ni caso a los haters! ¡Al menos lo has intentado!”, chillaron entre los escombros. “Cuanto más arriba estás, más te quieren bajar, tú sigue como hasta ahora y no hagas caso a las críticas”, le decían mientras el fuselaje ardiente se empezaba a sumergir bajo el Atlántico.
Antes de fallecer por las heridas, el piloto tuvo unas emotivas palabras de agradecimiento para los pasajeros. “No es mi primer accidente, de hecho he tenido muchos, pero jamás me habían arropado tanto, ha sido un honor chocar con vosotros, ojalá poder repetir algún día”, dijo provocando una última ovación.
Visto en: Mundo Today