Aprovechando una parada para repostar después del partido que el Barça disputó en la noche de ayer en Cádiz, el autocar del equipo abandonó a Ronald Koeman en la gasolinera. Cumpliendo órdenes directas de Joan Laporta, el conductor del vehículo arrancó a toda velocidad mientras el entrenador holandés estaba en el baño.
La directiva y los jugadores del club catalán creen que era el momento de cambiar de rumbo. “Especialmente para que Koeman no pueda encontrarnos”, se sinceran. Al abandonarlo en una gasolinera, el presidente de la entidad se ahorra el mal trago de despedirlo personalmente y también el dinero del finiquito. “Igual la temporada que viene, si el Cádiz se mantiene en primera y nosotros también, cuando volvamos a jugar allí nos encontramos a Koeman”, explica Laporta. “No es un adiós, es un hasta luego”, matiza.
El entrenador lamenta haberse enterado de la noticia por la prensa que había en el mostrador de la propia gasolinera. Al ser preguntado por los reporteros, Koeman se ha limitado a leer los precios de los diferentes tipos de combustibles. “De momento se pasa el día sentado en un bordillo sin molestar mucho”, relatan los trabajadores del establecimiento. “Está bastante desorientado, exactamente igual que en su etapa de entrenador del Barça”, añaden.
Dentro de la desgracia de ser abandonado, Koeman ha tenido la alegría de reencontrarse con Leo Messi, que también fue abandonado en la misma gasolinera en el mes de agosto y ahora está trabajando allí a jornada completa.
Visto en: Mundo Today