Deliveroo se marcha de España pero regresa a Afganistán, donde el avance de los talibanes augura «cambios significativos en el régimen de trabajadores» que permitirán, según la empresa de reparto de comida a domicilio, contar con «riders» que trabajen «por la gracia de Alá» y, por tanto, permitan a la compañía desempeñar una actividad comercial rentable.
El sector del «delivery» no es el único que tiene los ojos puestos en el país asiático. Las cuevas que los talibanes ocupaban en el desierto aparecen ya entre la oferta de pisos turísticos de la zona. «Al final resultará que la presencia de Estados Unidos era lo que estaba poniendo freno al avance del capitalismo en el país», comenta un portavoz de Airbnb, que insiste en que «la economía no entiende de religiones ni de ideologías».
Las primeras reuniones que han mantenido los emprendedores de las principales «startups» con los líderes talibanes han sido, según reconocen ambas partes, «sorprendentemente fructíferas». Dara Khosrowshahi, director ejecutivo de Uber, lo expresaba hoy con mucha claridad: «Resulta que compartimos la misma filosofía colaborativa».
«Aquí montas una empresa en dos minutos, sin papeleo, la único que hay que hacer es no discutir sobre creencias. Nosotros no preguntamos y ellos no nos sacan el tema de la Seguridad Social», zanja Khosrowshahi.
Visto en: Mundo Today